Perfil

Me gusta mucho comer. Tengo una relación tensa y complicada con la comida y en general con las cosas que me gustan y me mueven el espinazo: ya sabe uno qué se va a demorar entendiendo lo importante –o mejor-, que va a llegar tarde y que tampoco tiene tiquete. Entonces creo que es bueno andar, pelearse de vez en cuando y luego, sentarse a hablar mucho –o en su defecto- tomarse un vodkita en la casa o muy lejos de ella.

Me gustan las palabras tanto como las imágenes porque son hermanastras pelionas y las leonas son fantásticas. Bueno… es un decir, pelear no es solo arrancarse inoficiosamente los pelos, también es mover el mundo: dudar, estreñirse el coco, aburrirse de uno mismo y de los demás; juntar cosas inútiles en la mesa de noche y luego con indiferencia botarlas. Por eso guardé por mucho tiempo un conejo que me hizo mi hermana. Luego, se refundió entre facturas. Años después, reencarna molestamente en varias cosas que hago. Sé que es un rabón de mierda, pero cae bien Pinocho. No me va la gente pendeja; aunque en ocasiones puedo ser terriblemente pendejo. Trato de ser gentil, pero como tod@s, me canso. Voy a cine; me gustan las películas y la música mala. No puedo vivir sin amig@s y empiezo y arruino colecciones. Me gusta mi familia, el verde azul, los títeres, los frijoles Quindianos y la cerveza belga. Alguna ropa interior podría vencerme. También las sillas de patas largas, los disfraces, la música que se pueda bailar y la voluntad de ser solidario.

Me gusta creerme el paso intermedio de un paso que no daré yo. Me ocupo de mi oficio.